El presidente municipal de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, fue asesinado brutalmente el 6 de octubre de 2024. Su cuerpo fue encontrado decapitado en la colonia Villas del Roble, tan solo seis días después de asumir el cargo.
La cabeza fue localizada sobre el toldo de una camioneta, mientras el cuerpo se encontraba en el interior del vehículo. Este asesinato ocurrió solo tres días después del homicidio de Francisco Tapia, secretario del mismo ayuntamiento.
Arcos había sido electo bajo la coalición Fuerza y Corazón por México, y tanto él como Tapia eran considerados funcionarios jóvenes comprometidos con el progreso de su comunidad.
Ante la gravedad de estos crímenes, el presidente del PRI, Alejandro Moreno, exigió que la Fiscalía General de la República asuma la investigación, señalando una situación de ingobernabilidad en Guerrero. Autoridades locales ya abrieron una carpeta de investigación y realizaron operativos en el lugar de los hechos
