El 5 de febrero de 2025, la influencer mexicana Valentina Gilabert, de 18 años, fue víctima de un ataque con arma blanca en un departamento ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México. Su agresora, Marianne Gonzaga, también influencer y menor de edad, viajó desde Cancún para cometer el ataque. Durante la agresión, Gilabert recibió entre 13 y 15 puñaladas en el cuello, tórax, espalda, cara y manos.
Tras el hecho, los servicios de emergencia trasladaron a Valentina a un hospital donde permaneció en coma inducido. La joven logró sobrevivir, y meses después se reincorporó a sus actividades académicas con la intención de estudiar criminología.
Proceso legal contra Marianne Gonzaga
La Fiscalía de la Ciudad de México inició una carpeta de investigación por lesiones calificadas. Un juez vinculó a proceso a Marianne “N” y ordenó su ingreso a un centro de internamiento para menores. La joven permaneció recluida por cinco meses, el plazo máximo permitido en casos de adolescentes en conflicto con la ley, mientras avanzaba el proceso judicial.
Las autoridades informaron que el delito no podía ser tipificado como tentativa de feminicidio debido a la edad de la agresora y las características legales del caso. La clasificación quedó como lesiones dolosas calificadas, lo que implicaba una pena máxima de cinco años.
Acuerdo reparatorio y libertad asistida
En julio de 2025, el juez encargado del caso aprobó un acuerdo entre ambas partes que contempló una reparación del daño y la conclusión del internamiento. Como resultado, Marianne obtuvo libertad asistida, bajo vigilancia judicial, por un periodo de aproximadamente dos años y ocho meses.
El acuerdo también incluyó el pago de 750 mil pesos como compensación económica a Valentina Gilabert. Durante la audiencia, se confirmó que la agresora ofreció una disculpa directa a la víctima y su familia.
Palabras de Valentina Gilabert
Tras la resolución judicial, Valentina Gilabert publicó un video en el que confirmó haber perdonado a Marianne. En su mensaje, aseguró que la reconciliación fue resultado de un proceso profundo entre ambas familias y que no deseaba privar a nadie de su libertad. Afirmó que todo el mundo merece una segunda oportunidad, aunque reconoció que las consecuencias legales debían cumplirse.
Mientras tanto, el cumplimiento de la libertad asistida por parte de Marianne “N” será supervisado por autoridades judiciales, en cumplimiento con lo establecido en la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes.
