- Occidente se ha propuesto axfiar la economía rusa
- Una de las consecuencias inmediatas ha sido la devaluación del rublo
Tras la reunión del presidente de Estados Unidos Joe Biden con la OTAN, se ha planeado una “guerra económica” como la mejor manera de ahogar la economia de Rusia.
Occidente se ha propuesto asfixiar la economía rusa, imponiendo sanciones a sus principales bancos, castigando a los magnates cercanos al presidente Vladimir Putin y, más recientemente, en el caso de Estados Unidos y Reino Unido, vetando las importaciones de energéticos.
Decenas de compañias se han sumado a la causa y han abandonado o suspendido sus operaciones en Rusia tras la guerra, bien sea por solidaridad con Ucrania o por dificultades logísticas.
A la larga lista que organizaciones que han suspendido operaciones se suman recientemente las fabricantes de consolas para videojuegos japonesas Sony y Nintendo, así como la casa matriz de la cadena de ropa Uniqlo.
Una de las consecuencias inmediatas ha sido la devaluación del rublo, que hoy se cambia a menos de un centavo de dólar. “Hay consecuencias negativas, que serán minimizadas”, prometió el portavoz del Gobierno ruso.