Kira Obedinsky, era una niña de 12 años alegre y estudiosa. Ahora es huérfana, está herida y sola en un hospital controlado por Rusia, en el este de Ucrania se ha convertido en un peón involuntario en la guerra de información de Rusia.
Su padre, Yevhen Obedinsky, excapitán del equipo nacional de waterpolo de Ucrania, fue asesinado a tiros cuando las fuerzas rusas se abrieron paso hacia la ciudad de Mariúpol, en el sureste del país, el 17 de marzo.
Después del asesinato de su papá, Kira y la novia de su padre intentaron huir de la ciudad a pie junto a los vecinos. Pero después de que resultó herida en la explosión de una mina terrestre, Kira fue llevada a un hospital en la región de Donetsk, controlada por separatistas respaldados por Rusia.
El Gobierno ruso ha dicho que ha ayudado a trasladar al menos a 60.000 ucranianos a un lugar seguro a través de la frontera rusa. Sin embargo el gobierno de Ucrania ha dicho que alrededor de 40.000 han sido reubicados en contra de su voluntad y lo describe como secuestro y deportación forzada.
Los medios rusos, que repetidamente han minimizado la brutalidad del conflicto en Ucrania, han mostrado un video de Kira hablando alegremente sobre cómo a veces se le permite llamar a su abuelo.
Esta es una “prueba” de que no fue secuestrada, según un presentador de televisión ruso, quien calificó la afirmación como otra “falsificación ucraniana”.
Sin embargo su abuelo ha declarado que un funcionario del Gobierno separatista de Donetsk lo llamó por teléfono y lo invitó a viajar allí para reclamarla, lo cual es imposible debido a la guerra.
Oleksander, abuelo de Kira, dijo que habló con el hospital y le dijeron que Kira eventualmente será enviada a un orfanato en Rusia. Le quitaron sus documentos, dijo, y le dijeron que a Kira se le proporcionarán otros nuevos en Rusia.
Hasta ahora su abuelo solo ha recibido un mensaje de audio de Kira diciéndole que no llore.
