Ucrania y Estados Unidos alcanzaron un consenso en varias cuestiones clave para finalizar la guerra rusa, conflicto que se prolonga desde hace casi cuatro años. Al respecto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que ambas naciones han logrado alinear sus posturas en puntos estratégicos para detener las hostilidades.
Sin embargo, el mandatario reconoció que la disputa por el control territorial en el este de Ucrania y la gestión de la central nuclear de Zaporiyia permanecen como temas críticos que las partes aún no logran resolver.
En consecuencia, aunque el diálogo muestra avances significativos, estas diferencias territoriales y de seguridad energética mantienen el proceso en un punto complejo. De esta manera, el gobierno ucraniano continúa buscando mecanismos que garanticen la soberanía nacional antes de formalizar cualquier acuerdo definitivo.
¿Ucrania cederá el territorio de Donbás?
El futuro de las regiones de Donetsk y Lugansk, conocidas conjuntamente como el Donbás, representa el principal foco de las conversaciones actuales. Al respecto, el presidente Zelenski describió este tema como «el punto más difícil» de la negociación, debido a la importancia estratégica y simbólica de estas zonas para ambas naciones.
Por su parte, Rusia mantiene exigencias maximalistas y exige que Ucrania ceda los territorios del Donbás que sus fuerzas militares aún no ocupan. Sin embargo, el gobierno de Kiev ha rechazado esta condición de forma tajante, al considerarla una violación inaceptable a su soberanía. De esta manera, la postura inflexible de Moscú y la negativa de Ucrania generan un punto muerto en el diálogo, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar una resolución pacífica en el corto plazo.
Central nuclear de Zaporiyia (ZNPP)
La futura gestión de la central nuclear de Zaporiyia (ZNPP), la más grande de Europa, constituye uno de los asuntos más controvertidos, ya que las fuerzas rusas todavía mantienen la ocupación de la planta. Ante este escenario, Estados Unidos propone la creación de un consorcio conjunto integrado por Ucrania, Rusia y el propio Washington, donde cada parte tendría una participación igualitaria en la administración.
No obstante, el presidente Zelenski respondió con una propuesta alternativa que contempla una empresa conjunta exclusivamente entre Estados Unidos y Ucrania. Bajo este esquema, el mandatario plantea que Washington decida de forma autónoma cómo asignar su parte de la gestión. De esta manera, Zelenski insinúa que el gobierno estadounidense podría ser quien transfiera dicha participación a Moscú si lo considera necesario.
